Can Ros ya no es ni taberna ni bar: la barra sigue estando allí y dando un buen servicio, pero sus horarios también son los de comida y cena. Ideal para tomar el aperitivo antes de sentarse a la mesa. O picar algo que os haya entrado por los ojos:
¿Qué tal una coca de vidre?
¿No os apetecerían unos chips de alcachofa?
Mira, si pedimos la Tapa Solidaria destinarán medio euro al Casal dels Infants.
Y mira lo que tienen aquí, ¡ostras, ostras, ostras! Ostras del Delta, concretamente.
Can Ros engaña... en cuanto al espacio. Es más grande de lo que parece. La razón es que a lo largo de los años la propiedad fue comprando locales adyacentes que antiguamente estaban alquilados pero que ahora son comedores complementarios que pueden adaptarse perfectamente a la función de reservado para grupos de hasta 30 personas.